Se acabó el gas

Los Vecinos se ponen de acuerdo con las cuotas del gas. Magdalena no quiere pagar ni un peso más, Frankie no está de acuerdo en que se divida, Silvita no puede creer que pague la misma cuota que los demás aunque viva sola y Luisito da su parte, esperando que los demás se pongan de acuerdo.

Lorena le confiesa a Frankie que extraña a Benito e intenta insinuarle que tengan más familia, pero éste sugiere que se vayan a vivir con el papá de ella.

Silvita comienza a buscar un trabajo con buenas prestaciones.

Luisito enfurece cuando se da cuenta de que se acabó el gas.

Magdalena decide no cooperar con la cuota del gas, a menos que Luis le pida perdón públicamente. Éste se niega y decide que todos se queden sin gas.

Por consejo de Jorjáis, Germán pone un anuncio en su Face para pasear perros y empieza a trabajar, pero no le va muy bien.

Los Vecinos comienzan a sufrir la falta de gas: Luis y Pedro no pueden preparar su comida, Silvita se baña con agua fría, Arturo calienta la comida en un anafre y Alejandra, Rocko y Morris comen fuera.

Luisito decide comprar e instalar su propio tanque de gas estacionario, pero Magdalena y Lorena no están de acuerdo, así que Magda le cierra la llave del gas mientras se está bañando.

Germán pierde a uno de los perros que pasea, pero éste llega solo a la casa de su dueño, quien le reclama al conserje.

Doña Magda llama a Protección Civil, quien les informa que tienen que retirar el tanque viejo, porque constituye un peligro, así que les da la opción de instalar el nuevo que compró Luis y que todos se conecten a ese. Éste acepta, incluso se los dejará gratis al resto de los Vecinos si Magdalena le da una disculpa pública. Ella acepta con tal de no pagar